Aceite de oliva protector contra el Alzheimer y Parkinson




Los efectos positivos que poseen alimentos como el aceite de oliva ya son ampliamente conocidos.
Una reciente investigación ha demostrado que compuestos activos del mencionado aceite, llamados "tirosoles" poseen efectos protectores contra distintas enfermedades neurodegenerativas, entre ellas Alzheimer, Parkinson y Esclerosis Múltiple.





Esta investigación la han llevado a cabo investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Alimentación y la Nutrición (ICTAN), con sede en Madrid.


Investigando a los tirosoles

Utilizando a los principales compuestos activos que se encuentran en el aceite de oliva, los denominados tirosoles (tirosol e hidroxitirosol), los investigadores han sintetizado y caracterizado los compuestos derivados correspondientes a estas moléculas.

En primera instancia el objetivo de la investigación, ha consistido en evaluar el potencial antioxidante de estas especies y evaluar el potencial citotóxico de las mismas a nivel hepático.

Estos compuestos sintetizados, el nitrohidroxitirosol, el acetato de nitrohidroxitirosol y el eter de etil-nitrohidroxitirosol, demostraron tener importancia como protectores del estrés oxidativo en enfermedades como el Alzheimer, Parkinson y Esclerosis Múltiple.


La determinación del poder terapéutico de los mismos consistió en la incubación de dos concentraciones diferentes de estos compuestos en células de hematoma humano a las que se le habría inducido estrés oxidativo.
La incubación de casi 20 horas mostró un incremento de la actividad glutation peroxidasa, lo que repercute en una sobreprotección del hígado en esas condiciones.


De esta forma se redujeron los niveles de radicales libres de oxígeno, fuente de estrés oxidativo, y los niveles de malondialdehido, producto de oxidación lipídica fruto de la oxidación de ácidos grasos. Otras defensas antioxidantes se activaron, como el glutatión reducido y la enzima glutatión peroxidasa.

Es una buena noticia demostrar que la síntesis química de derivados de los tirosoles, componentes activos del aceite de oliva, han dado lugar a principios activos con un potencial terapéutico importante en patologías neurodegenerativas, teniendo en cuenta además su baja hepatoxicidad.