La relación entre la obesidad y la osteoporosis



Las personas obesas que se caractericen por tener gran cantidad de grasa en  la cintura (grasa abdominal visceral), poseen un factor de riesgo mayor para sufrir osteoporosis ya que ese tipo de obesidad provoca la pérdida de la masa ósea, según las conclusiones a las que se ha llegado en una nueva investigación de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, en Boston.




En efecto, una gran cantidad de grasa acumulada alrededor de la cintura no sólo es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares y diabetes, sino que también ahora se sabe que es un factor de riesgo para la osteoporosis.
El sedentarismo al que nos ha llevado la vida moderna con todo al alcance de la mano ha desatado una epidemia de obesidad en muchas partes del mundo, sobretodo en los países desarrollados, aunque en los últimos años también se está viendo una verdadera pandemia en algunos países de los llamados en vías de desarrollo.
Por dar un ejemplo, en los Estados Unidos, según datos de su Centro Nacional para Estadísticas de la Salud, casi 40 millones de personas mayores de 20 años son obesas y a eso hay que sumarle otros 58 millones de personas que sin llegar a ser obesas, poseen sobrepeso.



¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad en la cual los huesos se vuelven frágiles y porosos, aumentando el riesgo de fracturas. La enfermedad es diagnosticada cuando la masa ósea decae por debajo de un cierto nivel. Es una preocupación cada vez mayor de los profesionales del área de salud ya que afecta a decenas de millones de personas en todo el mundo, que además tiende a  aumentar con la elevación de la expectativa de vida de la población.



La obesidad y la salud

El exceso de kilos está asociado con una enorme cantidad de problemas para la salud de los individuos, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes, colesterol alto, asma, apnea del sueño y enfermedades en las articulaciones. Sin embargo, a pesar de todos los problemas de salud, normalmente se aceptaba que los hombres con un mayor peso corporal tenían un menor riesgo de pérdida de masa ósea. La mayoría de los estudios sobre osteoporosis se han centrado en mujeres. Se pensaba que los varones estaban relativamente protegidos contra la pérdida de masa ósea, especialmente los hombres obesos, pero las últimas investigaciones indican que en realidad los dos sexos son  perjudicados por igual en la relación obesidad-osteoporosis.

Pero no toda la grasa que se almacena en el cuerpo es la misma. La grasa subcutánea se encuentra justo bajo la piel, y la grasa visceral o intraabdominal se encuentra bajo el tejido muscular en la cavidad abdominal. La genética, la dieta y el ejercicio contribuyen al nivel de grasa visceral que se almacena en el cuerpo. El exceso de grasa visceral se considera especialmente peligroso, porque en estudios previos se le ha asociado con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.


La investigación

Un equipo médico  de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, en Boston, evaluó a 45 hombres con obesidad y una edad media de 34 años,  el índice de masa corporal (IMC) promedio en estas personas era de 36,5.
A los hombres se les examinó mediante una tomografía computerizada del abdomen y el muslo para evaluar la masa muscular y grasa, así como con tomografía computarizada de muy alta resolución del antebrazo. Estos escaneos, y una técnica especial de análisis (generalmente utilizada en la ingeniería mecánica para determinar la resistencia de materiales para el diseño de puentes o aviones, entre otras cosas) se usaron para evaluar la fortaleza ósea y predecir el riesgo de fracturas.

Los resultados del estudio indican que los hombres que tenían más grasa abdominal visceral y total presentaron valores menores en dos parámetros importantes de fortaleza ósea, en comparación con los hombres que tenían menos grasa visceral y abdominal. No se encontró asociación alguna entre la edad o el IMC total y las propiedades mecánicas del hueso.


¿Adelgazando se corrige la osteoporosis?

No, sólo adelgazando ni curará, ni frenará el proceso de la enfermedad, para tratar la osteoporosis necesitará seguir un tratamiento dictado por un profesional ya que en los últimos años han aparecido algunos medicamentos para frenar el proceso de deterioro de la masa ósea, lo que sí logrará al adelgazar es evitar un exceso de presión sobre las articulaciones y resto de los huesos.


Bronquitis, lo que hay que saber



La bronquitis es un desorden respiratorio que ocurre por una infección en nuestros bronquios.
Cuando se pasa por un resfriado común o una gripe hay que estar prevenidos para que no se desarrolle una bronquitis como una complicación de estas enfermedades. 
Veamos como tratar esta enfermedad y también como se puede prevenir.




¿Qué es la bronquitis?

La bronquitis es una inflamación de la tráquea y de los conductos bronquiales; principales vías respiratorias que van a los pulmones. Éstas se hinchan, se hacen gruesas y paralizan los cilios (vellos que las reviste y elimina el polvo y los gérmenes).
La mucosidad se acumula y produce tos.
Hay dos tipos de bronquitis: aguda y crónica.
La primera se distingue por presentar fiebre ligera que dura unos días y tos que desaparece después de varias semanas.
En la crónica se produce una tos seca con flema que cambia de color; persiste varios meses y los cambios que se originan en los bronquios pueden convertirse en irreversibles.


¿Qué causa la bronquitis?

Principalmente las infecciones virales o bacterianas, aunque también pueden intervenir agentes irritantes como el tabaco, la inhalación de sustancias o partículas que produzcan irritación y la polución ambiental.


Cuáles son los primeros síntomas

Al principio puede haber congestión nasal, dolor de garganta, sensación febril, tos que al comienzo es seca, sensación de dolor en el pecho, expectoración que se hace productiva y puede acompañarse de falta de aire con silbidos en el pecho.


Cómo se puede prevenir

  • Debemos tener en cuenta que las personas más propensas a tener bronquitis son los fumadores y las personas con las defensas bajas debido a un sistema inmunológico débil. 
  • Vacunarse contra enfermedades virales es la primera forma de evitarla, por ejemplo la gripe.
  • El uso de máscaras en situaciones de riesgo donde ya está la enfermedad es una forma sencilla de impedir que el virus penetre en nuestro organismo y pueda causar gripe y una posterior bronquitis.
  • En el caso de trabajos de riesgo en donde pueda haber en el aire partículas que afecten a nuestros pulmones como industrias que trabajan con metales o  piedras se hace importante el uso de las máscaras.
  • Mantenernos alejados de personas enfermas de gripe o resfríos; es una prevención basada en el sentido común que nos permite librarnos de problemas posteriores como la bronquitis.
  • Para evitar infecciones es necesario cuidar la higiene, por ejemplo, lavarse las manos o estornudar en un pañuelo descartable, son pasos que hay que cuidar


¿Padecen algún riesgo los fumadores pasivos?

Por supuesto que si, el humo del cigarrillo no solo daña a quienes lo consumen de forma voluntaria, sino también a las personas que están cerca del fumador, más aún si es un ambiente cerrado. Por tanto, por ser un agente irritante, con gran cantidad de partículas químicas diferentes y de sustancias tóxicas, actúa, produciendo un daño sobre la mucosa bronquial.
Es más, el caso de padres fumadores constituye un factor de riesgo muy grande para sus hijos y pueden contribuir con ese nefasto hábito a desarrollar un asma durante la infancia.



Hipertensión en la vista, más común de lo que creemos



Los ojos también sufren cuando tenemos la presión arterial alta (hipertensión), es que en la parte posterior del ojo tenemos la retina, ésta esta formada por pequeños vasos sanguíneos que se pueden dañar cuando nos sube la presión arterial, cuanta más alta sea ésta y mayor sea el tiempo que haya estado elevada, es probable que el daño sea más grave.
El nombre que recibe esta enfermedad es “retinopatía hipertensiva” y es mucho más común de lo que nos imaginamos.
En este artículo te enseñaremos cuales son sus síntomas y como la puedes tratar.




¿Qué es la “retinopatía hipertensiva”? 

Es un daño a la retina en la parte posterior del ojo, ocasionado por hipertensión arterial.
La retina es un grupo de células sensibles a la luz que recubren la parte posterior del ojo y que se encarga de recibir las imágenes y enviarlas al cerebro a través del nervio óptico.
El grado de la lesión de la retina  se clasifica en una escala de 1 a 4.
En el grado 1, pueden no presentarse síntomas evidentes, la retinopatía hipertensiva de grado 4 conlleva inflamación del nervio óptico y del centro visual de la retina (mácula), lo cual ocasiona generalmente una disminución en la visión.

Recuerda que se considera presión alta cuando la presión sistólica (es cuando los ventrículos se contraen y el corazón bombea sangre) es de 140 o mayor y/o cuando la presión diastólica (es cuando el corazón está en reposo o entre latidos) es de 90 o mayor.


¿Por qué la hipertensión arterial afecta a la retina?

La retina  está formada por muchos vasos sanguíneos  pequeños, que llevan sangre y oxígeno a los ojos. Justamente, la presión arterial alta causa anomalías en los vasos sanguíneos, hace que las arterias pequeñas se vuelvas más gruesas y puede hacer que se bloqueen o que sangren.
En el ojo, tales cambios podrían afectar la visión,  incluso si la presión sube mucho y en forma rápida, puede causar una inflamación del nervio óptico llamada “papiledema”.


¿Cuáles son sus síntomas?

Fundamentalmente dos:
  • Dolores de cabeza
  • Perturbaciones visuales y a veces se produce la pérdida súbita de la visión

A  pesar de los problemas que puede ocasionar la presión arterial alta, las personas que padecen la “retinopatía hipertensiva”, en general, no sienten ningún síntoma hasta que la enfermedad está avanzada y a veces los problemas son irreversibles.
De ahí la importancia de hacerse los controles a la vista con regularidad.


Tratamiento

El único tratamiento para la retinopatía hipertensiva es mantener a la presión arterial a raya, no hay otro.
Aquellas personas que ya están en el grado 4 de la enfermedad (retinopatía hipertensiva severa) con frecuencia padecen también complicaciones cardíacas y renales a causa de la hipertensión arterial.
 Por lo general, la retina se recuperará  si se controla la presión arterial, pero algunas personas con retinopatía hipertensiva grado 4 tendrán un daño permanente en el nervio óptico o la mácula.

Por eso es de gran importancia que si padece de hipertensión arterial y se presentan cambios en la visión o dolores de cabeza con cierta frecuencia, acuda a un centro de salud y solicite una visita con un oftalmólogo.