Mujeres: ganas de comer y hormonas


¿Alguna vez has culpado por tu hambre insaciable a tus hormonas?
¿Alguna vez has tenido un deseo incontrolable por algún alimento?... por si no lo sabías, tus hormonas tienen algo que ver en esto. 
Te lo explicamos ahora mismo.




Las variaciones hormonales asociadas al ciclo menstrual influyen tanto en el apetito como en la conducta alimentaria en general.
Según parece, una mujer necesita más energía en el tiempo que va entre la ovulación y el primer día de su período.
Especialmente hay falta de carbohidratos, que son los que se convierten directamente en glucosa en la sangre, que es lo que suministra energía al cuerpo.

Parte de esto podría ser debido a que los niveles de la serotonina (hormona que nos hace sentir bien), también cae posteriormente a la ovulación, por lo que es normal que  las mujeres se sientan deprimidas.
Comer carbohidratos ayuda a elevar los niveles de serotonina, y por tanto, estos fuertes deseos por determinados tipos de alimentos son debido a una urgencia biológica de automedicarse frente a los sentimientos de estrés y depresión.

Problema aparte, es que con los carbohidratos también se pueden ingerir grandes cantidades de grasas.


El cortisol y la adrenalina

Ya que estamos hablando de hormonas relacionadas con las ganas incontrolables de comer, no debemos olvidarnos de otra hormona crítica en todo este proceso: el cortisol.
El cortisol se produce cuando tenemos estrés, cuando nos encontramos con un factor potencial de ansiedad, inquietud o nervios, por ejemplo, un ataque físico de un extraño, en ese momento, nuestro cuerpo se prepara para luchar o para huir, y cantidades de cortisol y adrenalina se liberan en nuestro torrente sanguíneo para enfrentar la amenaza, la sangre se acumula en los brazos y piernas para pelear o correr, es un sistema perfecto cuando realmente estamos en peligro.

Aquí está el problema, el cuerpo no sabe la diferencia de porque esta estresado, si estamos en un callejón oscuro y tememos que alguien nos ataque o corremos preocupadas para no llegar tarde al trabajo o estamos en esos días.
Esta es una de las principales causas de las manías alimenticias tan comunes en las mujeres: las hormonas están “pidiendo” que comamos más,  porque como explicamos más arriba, el fuerte deseo por determinado tipo de alimentos, es una especie de “auto prescripción” frente a un estado depresivo.

La depresión y el estrés que se nos crean esos días, nos genera cortisol, esto hace que baje la hormona del bienestar: la serotonina, debido a esto, al mismo tiempo, el cuerpo nos pide comer carbohidratos para elevar los niveles de serotonina. Como ven, es una especie de círculo vicioso.


¿Qué podemos hacer?

El proceso hormonal que hemos explicado, como se ha visto, ya de por si nos genera estrés. Una buena medida es no estresarse con cuestiones ‘extras’, si está llegando tarde al trabajo, tómeselo con calma, no se angustie. No agregue cortisol extra en su cuerpo, recuerde que cuanto más cortisol menos serotonina y ya hemos visto a donde lleva eso.
Está comprobado que quienes hacen meditación o yoga, sus niveles de serotonina bajan mucho menos.

Otra buena medida es consumir alimentos ricos en carbohidratos pero que no contengan grasas saturadas, que en realidad es lo que realmente engorda y no las necesitamos.


Alimentos ricos en carbohidratos y bajos en grasas saturadas

Frutas: higos, albaricoques, fresas, dátiles, arándanos, plátanos, uvas, manzanas, naranjas, peras y la sandía

Granos: frijoles, frijoles blancos, garbanzos, judías blancas.

Tubérculos: papa, batata (boniato), zanahoria y maíz.

Lácteos: leche descremada, yogurt bajo en grasa.

Otros alimentos: salvado, avena, cebada, trigo sarraceno, harina de maíz, pastas y arroz blanco e integral.