Reuma: causas, diagnóstico y tratamiento


Lo que popularmente se conoce como reuma, en realidad son una variedad de distintas enfermedades reumáticas. 

Hoy hablaremos de la más común: la artritis reumatoide (en próximas entregas, iremos publicando sobre las demás).Veamos las causas, como se diagnostica y los tratamientos para esta enfermedad.



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¿Qué es la artritis reumatoide?

Es la inflamación de las articulaciones, esta inflamación genera rigidez primero y con el paso del tiempo, deformidad en la articulación. Se produce porque el sistema inmunitario, por error, ataca a las articulaciones, destruyendo progresivamente los tejidos.
Es una enfermedad de las llamadas ‘autoinmune’, ya que es el propio sistema inmune quien se rebela  en contra del individuo.
Es un factor importante de discapacidad para personas en edad productiva. Afecta más a mujeres que a hombres. Aunque es una enfermedad que se asocia con la edad adulta, se puede encontrar en personas jóvenes, inclusive en niños.


Causas

Si bien no es una enfermedad hereditaria, existen algunos agentes genéticos que predisponen a padecerla. Estos agentes, pueden coincidir con factores ambientales, tales como traumas emocionales, accidentes, infecciones, etc. que pueden ayudar a desencadenar la enfermedad.
El inicio de la artritis reumatoide se origina por una respuesta anómala del sistema inmune, esto desencadena el proceso inflamatorio.



Síntomas

Los síntomas más comunes son la rigidez y el dolor en la zona afectada. 
Es en los dedos de las manos, donde se dan la mayoría de los casos.
Muchas veces, la persona confunde estos primeros síntomas, con algún golpe, torcedura o malos movimientos.
La detección precoz es fundamental, ya que si se detecta antes de que se haya afectado el hueso, la enfermedad se puede detener.

Síntomas a tener en cuenta:

  • Rigidez en las articulaciones
  • Dolores e inflamaciones articulares
  • Pequeños nódulos que aparecen sobre las articulaciones
  • Sensación de cansancio
  • Fiebre
  • Falta de apetito
  • Irritabilidad
  • Dificultad para caminar
  • Ojos enrojecidos


¿Cómo se diagnostica?

Hoy en día, diagnosticar la artritis reumatoide es bastante sencillo, con el análisis de una muestra de sangre y un examen radiológico, ya es suficiente para saber si estamos en presencia de esta dolencia.



Tratamientos

En la actualidad, no existe una cura definitiva para esta enfermedad, lo que si se puede lograr, es una detención de su avance y una remisión de sus manifestaciones clínicas (inflamación y dolores).
Sin embargo, en los casos más graves, hay un indudable riesgo de discapacidad.

Los tratamientos más comunes:

  • Aplicación de frío sobre la zona afectada
  • Medicamentos e inyectables
  • Fisioterapia y ergoterapia
  • Cirugía para eliminación de mucosa articular
  • Reemplazo de la articulación por prótesis articulares, mediante procedimiento quirúrgico reconstructivo






Alimentación y salud: 9 respuestas a dudas que tenemos


A veces, el exceso de información produce ciertas dudas y malentendidos sobre algunos temas. La salud no es la excepción.
En este artículo, vamos a dar respuesta a algunas dudas que mucha gente tiene en temas relacionados con su salud y alimentación.





1.) Comer alimentos ricos en grasa engorda

Parece indiscutible que la grasa engorda, pero lo que parece obvio a veces resulta estar equivocado.
Comer alimentos ricos en grasas no engorda. La grasa con moderación es una parte necesaria de una dieta sana y equilibrada.
En realidad, el resultado del desequilibrio energético es consumir más calorías de las que se queman. Las grasas son una fuente concentrada de calorías, pero también son imprescindibles para el organismo.
Además, es evidente que no todas las grasas son iguales, no es lo mismo hablar de ácidos grasos Omega 3, que de grasas trans (estas últimas sí que es conveniente evitarlas).
Comer grasa no le hará engordar, a menos que abuse de ella.


2.) El microondas mata nutrientes en los alimentos

En este caso, el microondas no es un problema grave, aunque si, es verdad que afecta el contenido de algunos nutrientes (por ejemplo, el sulforafano del brócoli), pero también hay que decir, que esto no se extiende mucho más.
Definitivamente, el microondas no tiene un impacto importante en la calidad nutricional de la mayoría de los alimentos.
  

3.) Los alimentos sin gluten son más saludables

A no ser que usted sea celíaco o sensible al gluten, el cuerpo es técnicamente capaz de procesarlo. La ausencia de gluten en los alimentos, no significa que sean más saludables. Una gran cantidad de alimentos que se anuncian como libres de gluten, se hacen con almidones refinados, que no son nada saludables.
Una gran variedad de alimentos ricos en fibras, vitaminas y minerales contienen gluten (trigo, centeno o cebada) y son esenciales en una dieta saludable.
Hay mucha gente que cree que como el gluten es malo para los celíacos, también es malo para el resto de la gente, esto es un error.


4.) Quemar grasas en áreas específicas

¿Cuántas veces hemos escuchado decir “gimnasia localizada”? Se tiene la creencia que, ejercitando ciertos grupos musculares, le ayudará a quemar grasas en esas áreas. En cierto modo parece lógico, pero la pérdida de grasa no funciona de esa manera.
Por ejemplo, hacer abdominales fortalecerá los músculos de esa zona, pero no quemará grasa específica de la zona abdominal.
La grasa se quema de manera más uniforme, el patrón de ganancia o pérdida de grasa tiene más que ver con el cuerpo único de cada persona que con el tipo de ejercicio realizado.
Hay una gran cantidad de evidencia, de que la grasa se redistribuye por el cuerpo por factores genéticos (incluso después de una cirugía de eliminación de grasa). Tanto hombres como mujeres tienden a tener zonas más rebeldes y por desgracia, esos depósitos de grasa son los últimos en desaparecer, justamente porque el cuerpo los tiene como reserva.



5.) El jarabe de maíz es peor que el azúcar

El jarabe de maíz de alta fructosa tiene una muy mala reputación. Pero la verdad, que en comparación con el azúcar, no tendrá una gran diferencia en el impacto a su salud.
Según los especialistas, el problema del jarabe de maíz es que esta omnipresente en productos altamente procesados.
En vez de demonizar a un ingrediente, deberíamos centrarnos en la comida como un todo. Y el inconveniente del jarabe de maíz, es que lo encontramos frecuentemente en alimentos industriales ricos en ‘grasas trans’ por ejemplo.



6.) Se debe hacer al menos una evacuación intestinal diaria

Se ha llegado a decir que lo más saludable para el cuerpo es mover el vientre 2 veces al día. Las heces son el desperdicio del cuerpo y estas se eliminan según muchos factores, no necesariamente debe seguir un patrón siempre.
Sin embargo, es cierto que mantenerse bien hidratado, comer alimentos ricos en fibra y hacer actividad física, le ayudará a regular las deposiciones a un horario más predecible.
Aun así, la frecuencia de la defecación no es algo que necesariamente deba ser sometida a un horario, ya que depende de la ingesta de alimentos.
Según los especialistas, es mucho más importante la consistencia de las heces, ya que puede ser un indicador de la salud de la persona.
Si usted no elimina heces todos los días, no se preocupe, lo importante es que las mismas se vean saludables y que no le causen molestias.



7.) Conteo de calorías

Mucha gente utiliza el conteo de calorías para la pérdida de grasa corporal, por ejemplo, calculan que quemando 3500 calorías se pierde medio kilo de grasa. Desgraciadamente, esta ecuación no tiene consistencia científica.
Cuando perdemos calorías, ya sea por ejercicio o por el metabolismo normal del organismo, no solo se quema grasa, también se consumen pequeñas cantidades de tejido y agua.
  


8.) La balanza como índice de pérdida de peso

Cuando se hace una dieta acompañada de ejercicios, lo primero que queremos obtener es una prueba de que tal esfuerzo está dando resultados. Y la balanza es justamente lo que necesitamos.
Si bien la balanza es una ayuda en la pérdida de peso a mediano o largo plazo, no lo es tanto a corto plazo. Nuestro organismo no está formado solo de grasa. Cuando adelgazamos también perdemos tejido, músculo y agua.
Para la balanza, un kilo de grasa y un kilo de músculo es lo mismo. Por eso, es común que cuándo hacemos un plan de fortalecimiento muscular, ganemos un poco de peso.
Los especialistas recomiendan, sobre todo en los primeros días o semanas de una dieta, no darle tanta importancia a la balanza. En cambio, medir nuestra cintura sería una opción más atinada.



9.) Comer carbohidratos nos hace ganar peso

Los hidratos de carbono han sido diabolizados en los últimos años, es cada vez más popular culparlos como causantes de la obesidad.
Las personas deberían saber que la lipogénesis (proceso por el que el organismo convierte los azúcares en grasa) tiende a ser ineficiente en el ser humano. Para que los carbohidratos se transformen en grasa, deben combinarse con una mala alimentación y falta de ejercicio.
Al igual que con las grasas, el problema de los carbohidratos es que están muy presentes en alimentos industriales altamente procesados, pero piense también que muchas frutas son ricas en carbohidratos.
Usted no debe dejar de comer carbohidratos, simplemente debería elegir los de mayor valor nutricional y limitar los provenientes de productos procesados.






Ejercicio físico: 19 efectos sobre la mente y el cuerpo


Alguien dijo alguna vez que si todo el mundo practicara regularmente ejercicios físicos, la mitad de los médicos y psicólogos se quedarían sin trabajo.
Si vemos los resultados de diferentes estudios que se han realizado sobre el tema, es muy probable.
Veamos 19 efectos beneficiosos, que el ejercicio tiene sobre nuestro cuerpo y mente.




1.) Aumenta la capacidad de recuperación del estrés

Investigaciones han demostrado que el ejercicio reorganiza el cerebro, de modo que es más resistente a la tensión (Schoenfeld, 2013). Esto se logra porque la práctica deportiva hace reducir la actividad de neuronas en regiones del cerebro que son importantes en la respuesta al estrés (hipocampo ventral).


2.) Reduce la ansiedad

El ejercicio físico tiene un efecto duradero en la protección contra la ansiedad (Smith, 2013).
Tanto el ejercicio de baja como de mediana intensidad, han demostrado que son muy efectivos para  disminuir la ansiedad, también se sabe que el ejercicio físico de alta intensidad es propenso a una mayor reducción aún, especialmente entre las mujeres.


3.)  Menor riesgo de demencia

Casi todos los ejercicios aeróbicos están vinculados a un menor riesgo de demencia.
Una revisión de varios estudios diferentes encontró que la práctica de ejercicio en forma regular, ayuda a prevenir la demencia y el deterioro cognitivo leve entre quienes lo practican (Ahlskog, 2011). Además, las personas de mediana edad que hacen ejercicios, tienen una mejor memoria espacial.


4.) Mejora el humor

La mayoría de los especialistas coinciden que para corregir un mal estado de ánimo, el ejercicio es uno de los métodos más eficaces.
  

5.)  Reduce el consumo de drogas

Un estudio hecho con ratas adictas a la cocaína, demostró que a las que se les dispuso a realizar algunos ejercicios, tendieron a auto administrarse menos droga (Lynch, 2010).
Esto sugiere que el ejercicio también puede ayudar a los humanos a regular la ingesta de drogas.


6.) Efectos antidepresivos

Así como el ejercicio combate la ansiedad, también lucha contra la depresión.
Una revisión de 30 estudios que implicaron a más de 2 mil personas, ha encontrado que el ejercicio moderado por lo general, proporciona un alivio para la depresión (Cooney, 2013).
Si bien no la cura, puede ser una buena ayuda. Algunos especialistas dicen que los efectos pueden ser similares a tomar antidepresivos.


7.)  Aclara la mente

Después de un ejercicio de 30 minutos, la memoria de trabajo mejora.
La memoria de trabajo es lo que está en nuestra mente consciente en este momento y lo que estamos haciendo con esa información.


8.)  Consolida la memoria a largo plazo

Un estudio reciente encontró que la práctica regular de ejercicio de baja intensidad, mejora la memoria a largo plazo ( Schmidt - Kassow, 2013).


9.) Aumentar el autocontrol

Una revisión de varios estudios diferentes sobre los efectos del ejercicio sobre el auto control, encontró que el ejercicio moderado practicado en forma regular, proporciona más control sobre si mismo (Verburgh, 2013).


10.) Ayuda con ciertos trastornos mentales

Hay evidencia que el ejercicio puede ayudar en casos como el alcoholismo y el trastorno de imagen corporal, también se han hecho estudios sobre como afecta en casos como la esquizofrenia y la paranoia, no encontrándose demasiados logros evidentes.


11.)  Reduce los accidentes cerebrovasculares

Diversas investigaciones al respecto aseguran que la práctica deportiva puede llegar a reducir la posibilidad de padecer un ACV hasta en un 40%.
Correr, andar en bicicleta o nadar, son excelentes para conseguir un efecto protector, pero también ejercicios menos intensos como caminar, igualmente otorgan cierta protección (Willey, 2011).


12.) Protege contra el Alzheimer

El Alzheimer es la forma más común de demencia, el cerebro literalmente se consume, seguido por el cuerpo.
Las neuronas se pierden y poco a poco, la memoria y la personalidad van desapareciendo.
El ejercicio, sin embargo, proporciona un efecto protector contra esta enfermedad, ayudando a producir sustancias químicas que combaten la inflamación del cerebro (Funk, 2011).


13.)  En niños, mejora el rendimiento escolar

Los niños que practican deportes tienen una mayor capacidad mental y cognitiva. Gracias a esto, presentan una mayor facilidad para el aprendizaje ( Tomporowski,  2011 ).


14.) Estimula el crecimiento celular en el cerebro

Una de las razones por la cual el ejercicio físico es beneficioso en muchas áreas mentales, es que ayuda a crecer a las nuevas neuronas.
Un estudio ha demostrado que en respuesta al ejercicio, las células de las regiones vinculadas a la memoria y el aprendizaje del cerebro, crecen.


15.) Aumenta la función ejecutiva

Lo que los psicólogos llaman “función ejecutiva” es la capacidad para hacer planes a futuro, ignorar las distracciones y cambiar de una tarea a otra de forma eficiente.
Un estudio reciente (Guiney, 2012) encuentra que el ejercicio mejora la función ejecutiva, especialmente en adultos mayores.


16.) Mejor sueño

La relación entre el ejercicio y el sueño es un poco más complicada de lo que se piensa. No necesariamente el hecho de hacer ejercicio que le produzca cansancio, le va a hacer dormir mejor. Por ejemplo, un estudio en pacientes con insomnio encontró que 45 minutos de caminata, no hicieron que la persona durmiera mejor esa noche.
Sin embargo, un estudio encontró que el ejercicio ayudaba a dormir en el largo plazo.
Las personas con insomnio que mantuvieron programas de ejercicio durante 4 meses, mejoraron notoriamente su calidad de sueño frente a aquellos que no habían practicado ningún ejercicio (Barton, 2013).

  
17.) Previene las migrañas

Un estudio ha demostrado que practicar ejercicios puede ayudar a prevenir las migrañas (Varkey, 2011).
Los participantes de la investigación que tomaron sesiones de bicicleta estática tres veces por semana, mostraron mejoras equivalentes a tomar los últimos fármacos contra la migraña.
  

18.)  Ayuda a dejar de fumar

De acuerdo con varios estudios diferentes recopilados (Taylor, 2008), las personas que han dejado de fumar y toman caminatas regularmente a paso normal-ligero, presentan menos síntomas de abstinencia.


19.)  Reduce el apetito

Si bien hay gente que piensa que el ejercicio hace comer de más para reemplazar las calorías perdidas, estudios recientes han encontrado que, después de una práctica deportiva, las personas muestran menor motivación para comer (Hanlon, 2012).
En realidad el ejercicio baja las ganas de comer por la disminución de los niveles en el cuerpo de la ‘grelina’, una hormona que estimula el apetito.




Estrés y ansiedad: 5 consejos para comenzar a practicar meditación


Si bien hay muchas técnicas para tratar el estrés, la ansiedad o la irritabilidad, pocas dan tanto resultado como la meditación.
Le solicitamos a un grupo de personas que hoy practica meditación habitualmente, que nos dijeran cual fue el mejor consejo que recibieron antes de comenzar, veamos los 5 más comunes.



Uno de los principales problemas de la meditación* es comenzar, algunas personas dicen no tener tiempo, otras en principio, no creen que les pueda dar resultado.
Pero después que se comienza (y sobre todo cuando se empiezan a ver resultados) la cosa cambia.
Este artículo quiere brindar algunos datos para las personas que están por dar ese primer paso.

*Cuando hablamos de meditación, en realidad estamos hablando de distintas técnicas de meditación y relajación, usted verá cual es la que más se adapta a sus necesidades, personalmente nosotros practicamos la “relajación progresiva de Jacobson”, de la cual se obtienen excelentes resultados (hay varios vídeos instructivos en Youtube sobre esta técnica).


Comencemos:


1) Empiece de a poco, 3 a 5 minutos la primera vez

Algunos datos recogidos por usuarios que hoy son prácticos meditadores, muestra que la mayoría de ellos, de principiantes, empezaron con sesiones de 3 a 5 minutos y a medida que comenzaron a ver resultados y sentirse mejor, fueron extendiendo ese lapso de tiempo.




2) Entender que es la meditación
  
La meditación es una manera de aumentar su capacidad de resistencia al estrés. Si usted padece de trastornos de ansiedad, le ayudará a calmar su sistema nervioso.
Se dice que las personas que encuentran más útil la meditación, son aquellas que padecen de rumiación (pensar demasiado en cosas no deseadas). Esto tiene sentido ya que la meditación se trata de enfocar su atención en algo, por ejemplo las sensaciones de la respiración.


3) Comprender los principios de la meditación

Quienes están por comenzar a practicar alguna técnica de meditación, piensan que el objetivo de la meditación es llegar al punto en que pueden concentrarse sin distraerse. Uno de los objetivos principales es tomar conciencia de lo que se está pensando, esa es la base del éxito de toda terapia cognitiva.
No se pueden reestructurar los pensamientos si no se ha desarrollado antes, la capacidad de identificar los mismos.
Otro objetivo útil para los principiantes, es ser capaz de redirigir su atención a un punto de enfoque.
  

4) Medita a tu manera

Sobre este punto ya hablamos algo al principio. Hay muchas técnicas de meditación y relajación, encuentra la que más te guste o te sientas mejor.
Es recomendable comenzar con una técnica sencilla y si después quieres, pasar a otra más avanzada.
Hay mucha gente que comenzó con una técnica y no la ha variado.
Otro punto es si meditas con música o no, hay gente que lo hace con auriculares o música ambiente, pero los hay también quienes lo prefieren hacer en silencio. En las primeras sesiones busca lo que te quede más a gusto.
La postura también es importante, no necesariamente debes ponerte en la posición zen tradicional, puedes meditar incluso acostado si quieres.


5) Reducir todo el pensamiento

Hay gente que cree que el fin de la meditación es “no pensar en nada” durante la práctica, esto no es del todo cierto. Hay meditadores que logran quedar en blanco, pero no son todos, los pensamientos pueden seguir fluyendo en tu cabeza y tú poder seguir meditando tranquilamente. 



Para terminar…

En el gráfico que vemos a continuación, muestra que los principiantes que practicaron durante 11 días, más del 90% continuaron al día 12. Se puede ver que la pendiente de la línea empieza a ser más plana alrededor del día 8.
Esto quiere decir, que si no se abandona en los primeros días, después es más difícil hacerlo. Hacer un proyecto de meditación de 20 o 30 días, es una buena manera de empezar.




Estudio: infarto y cáncer, como incide la altura de la persona


Un estudio publicado por la revista International Journal of Epidemiology indica que las personas más altas son más propensas a sufrir algún tipo de cáncer y las personas más bajas están más expuestas a padecer enfermedades al corazón y ataques cerebrovasculares.





Más que un hallazgo es una confirmación, ya que esta teoría venía siendo blanco de varios estudios en el pasado.

En este caso, una investigación recopiló 130 estudios, que examinan la altura de 1,1 millón de personas y las causas de su muerte. Los datos de dichos estudios son de personas nacidas entre 1900 y 1960.
  
Se fijó una altura media tanto para hombres como para mujeres: la altura media para el sexo masculino sería de 173 centímetros y para las damas de 163 centímetros.

El resultado de todo este trabajo indicó, que las personas con estatura más baja que la media (tanto hombres como mujeres, no hubo distinción por sexo) son más propensas a morir de problemas cardíacos, derrames cerebrales y enfermedades mentales, mientras que las personas por encima de la media, tienen más probabilidades de morir de cáncer.
  
En los ámbitos científicos, la altura siempre se ha relacionado con la causa de muerte, ya que la estatura a menudo puede ser un indicador de las condiciones de la infancia.
Factores genéticos, así como circunstancias sociales, de nutrición o estrés durante la niñez, pueden ser factores que incidan en la altura del individuo en la edad adulta.

Además de los factores socioeconómicos (fuertemente vinculados con la altura de las personas), que también pueden ser un indicativo de la futura talla del individuo.
En EEUU, una persona puede llegar a medir, en promedio, hasta 11 centímetros más, sólo por el hecho de nacer en una familia de clase media-alta, en lugar de nacer en el seno de una familia catalogada como clase media-baja.
  
Según los investigadores, las personas más altas suelen ser más ágiles, porque tienden a practicar ejercicios físicos con mayor frecuencia, además son menos fumadores, concretamente un 24% menos que las personas por debajo de la media.
Como resultado de esto, promedialmente las personas por encima de la media, tienen menos colesterol y presión arterial.

Los científicos concluyeron que las personas más bajas que la media, tuvieron un 32% más de prevalencia de muertes por infarto al corazón e infarto cerebrovascular.
Mientras tanto, las personas por encima de la media, tuvieron una probabilidad de un 27% mayor de morir de cáncer; los autores del estudio creen que el hecho de ser más altos, los hace tener órganos más grandes, esto posiblemente sea la causa (al menos una) de porque los que estaban por encima de la media fueron víctimas del cáncer en mayor proporción.