Adicción al azúcar: como superarla


Entre muchas adicciones que tenemos los seres humanos, existen quizás algunas que no están vistas como una verdadera conducta “adictiva” por el común de la gente, pero si por los profesionales. Veamos algunos datos y como se puede superar la adicción al azúcar.


adicción azúcar


¿Por qué el azúcar es adictivo?

A menudo utilizamos el azúcar como una recompensa, por ejemplo, el niño al que se le compra un dulce para mantenerlo callado. Además, es el principal componente en los alimentos durante las celebraciones, todo esto lo que logra es que, además de su sabor, asociemos el azúcar a momentos placenteros. ¿Y quién quiere cortar con las cosas que dan placer?
Una característica distintiva importante de la adicción, es una pérdida de control sobre el consumo de productos con gran contenido de azúcar, o de su uso a pesar de saber que es dañino,  así como la ansiedad por consumirlo.
Las personas adictas pueden pasar obsesivamente pensando en como y cuando van a consumir algo dulce. Tanto es así, que si pasaran  algunos días sin consumir algún producto rico en azúcar, presentarían síntomas de abstinencia, igual que con cualquier otra droga.
En definitiva, ser adicto es cuando el azúcar tiene un impacto negativo en la vida de la persona.


Esta adicción puede causar o agravar algunas enfermedades:

  • Síndrome de fatiga crónica
  • Fibromialgia
  • Diabetes
  • Ansiedad y depresión
  • Disminución de la función inmune
  • Sinusitis
  • Síndrome del intestino irritable o colon espástico
  • Síndrome metabólico
  • Colesterol alto
  • Hipertensión
  • Ataque cardíaco y cerebrovascular
  • Problemas hormonales
  • Esquizofrenia
  • Déficit de atención con hiperactividad

¿Cuánta azúcar se debería consumir por día?


En el caso de las mujeres, los expertos recomiendan limitar la ingesta de azúcar a 25 gramos por día (unas 6 cucharaditas) esto equivale a unas 100 calorías.
En el caso de los hombres, se debería consumir no más de 38 gramos por día (unas 9 cucharaditas) esto es equivalente a unas 150 calorías.

Pero el mayor problema no es lo que consumimos en cucharaditas que le agregamos a al café o al té, el verdadero problema radica en los alimentos procesados que añaden casi 25 kilos de azúcar a nuestra dieta cada año.
Además, los fabricantes de éstos productos saben que los consumidores no somos muy afectos a leer los datos de información nutricional que generalmente vienen en el envoltorio, para saber cuánta azúcar tiene cada uno. Por si fuera poco, muchas veces el azúcar viene “encubierto” con otros nombres como ser:

  • Jarabe de maíz
  • Dextrosa
  • Concentrado de jugo de fruta
  • Jarabe de maíz de alta fructuosa
  • Maltodextrina
  • Melaza sacarosa


Como romper con la adicción al azúcar

Al igual que nuestros paladares han sido condicionados para desear esas cantidades de azúcar, pueden ser acondicionados para desear menos.
Si usted come muy seguido un alimento, su afinidad hacia él aumentará, así es como nos hemos metido en problemas con el azúcar. Para revertir esto, tenemos que hacer el proceso inverso. La clave es la educación de su paladar a preferir menos dulce. 
Nótese que se dice “dulce” y no “azúcar”, ya que los edulcorantes no calóricos son dulces también, por tanto, su uso no va a reducir la adicción al azúcar.


Algunas maneras para acondicionar su paladar:

  • ¿Cuántas cucharadas de azúcar utilizas en el café o té? Resta una, pasadas un par de semanas, resta otra, así hasta quedar con una cantidad normal (2 cucharaditas de azúcar en un té o café están dentro de lo normal), es una buena técnica para entrenar el paladar a preferir menos azúcar. Conozco un caso de una persona que se echaba 5 cucharadas de azúcar en cada café, ahora sólo le agrega 2, en una oportunidad le volvió a agregar 5 cucharadas y le pareció muy dulce. Es cuestión de acostumbrar al paladar.
  • Cuando somos grandes consumidores de bebidas dulces, terminamos encontrando al agua u otras bebidas sin azúcar como desabrida. Si usted bebe 5 refrescos azucarados cada día, sustituya uno por agua. Pasados un par de semanas sustituya otro. Siga haciendo esto hasta que haya cambiado por completo. Aunque parezca difícil al principio, se puede lograr, es cuestión de adaptar el paladar.
  • Ese mismo concepto se puede aplicar a los bocadillos dulces, calcule la cantidad de gramos de azúcar en su merienda típica. Encuentre opciones similares pero con menos azúcar (yogur, barritas dulces, etc.)
  • Un estudio de la Universidad de Chicago encontró que las personas que duermen menos horas de las que deberían, sus centros de activación de recompensa del cerebro están más activos de lo normal. Esto quiere decir que si dormimos poco seguramente tengamos más necesidad de consumir determinados productos que nos causen placer, que bien pueden ser dulces. También se sabe que el ejercicio físico produce el efecto totalmente contrario.
  • Un estudio del año 2010 indica que los individuos que mascaron chicle durante al menos 3 horas en el correr de la tarde, redujeron su necesidad de consumir alimentos dulces. El estudio utilizó chicle sin azúcar y proporciona una táctica interesante para reducir las ganas de consumir productos azucarados.



Como ha podido observar la pérdida de acondicionamiento es el mismo, independientemente de la categoría de alimentos. La clave está en reducir lenta y metódicamente la cantidad de azúcar de los alimentos que usted habitualmente come.
A medida que se va reduciendo, se dará cuenta que su paladar se irá adaptando a preferir menos dulce.
Recuerde, poco a poco y gradualmente es la única forma para irse librando del consumo excesivo de azúcar.