Higiene bucal: 9 factores que a veces no tenemos muy en cuenta

¿Cree usted que con lavarse los dientes un par de veces al día ya ha cumplido su parte para mantener una adecuada higiene bucal? Si es de los que piensa así, está equivocado.Cepillarse los dientes sin dudas que es muy importante, pero hay muchas otras mediadas que a veces subestimamos y tendemos a pasarlas por alto. 




1.) La fuerza del cepillado de los dientes

Cuando lavamos los platos o el auto, con cuanta más fuerza frotemos la suciedad más y mejor saldrá, ¿no? Bueno... este principio no se puede aplicar al cepillado dental. Cepillarse con mucha fuerza irrita y daña los tejidos de los dientes y las encías.
El cepillado vehemente puede ocasionar que queden expuestas las raíces de los dientes, esto con el tiempo puede provocar la caída de la pieza o infecciones en las encías.
No se lave los dientes con mucha fuerza, ni utilice cepillos duros.


2.) Hidratación de la boca

Un aspecto no muy tenido en cuenta por la mayoría de la gente es la hidratación de la boca. Es muy recomendable tomar un vaso de agua cada hora cuando estamos largos períodos de muchas horas sin comer nada. Esto no sólo es ideal para el sistema digestivo, sino que también ayuda a mantener los dientes blancos.
Beber agua ayuda a estimular la adecuada producción de saliva, lo que reduce la sequedad de la boca, esto a su vez, ayuda a combatir las bacterias y neutralizar los ácidos dañinos, por tanto, la hidratación bucal es ideal para la prevención de problemas en las encías, de caries y de mal aliento.


3.) Cuánto más dulce comemos, ¿más caries?

Es muy común utilizar esta “técnica de miedo” en los niños, “si comes muchos dulces se te carearán los dientes y deberás ir al dentista”.
Esto no es exactamente cierto, la cantidad de azúcar que consumimos no tiene mucho que ver con las caries, sino más bien es el tiempo que demoramos en lavarnos los dientes después de comer algo dulce lo que realmente más nos perjudica.
Si usted come tres barras de chocolate y se lava los dientes poco después, habrá menos daño que si usted se come sólo una barra de chocolate y permanece un período prolongado de tiempo sin lavarse los dientes.


4.) El hilo dental

Mucha gente tiende a pasar por alto la importancia de la limpieza con hilo dental, creyendo que con el cepillado sólo es más que suficiente para mantener nuestra boca limpia.
Si usted es de los que piensa así, el uso del hilo dental es un hábito que necesita desarrollar de inmediato.
De hecho, el uso del hilo dental es tan importante como el cepillado, ya que ayuda a eliminar la placa y los residuos que se acumulan entre los dientes, donde el cepillo no llega. También ayuda a pulir la superficie del diente, esto combate el mal aliento.


5.) Limpieza de la lengua

La limpieza de la lengua es otro aspecto que la gente tiende a subestimar.
La lengua es el principal caldo de cultivo para las bacterias que causan la caries dental. Además, esa misma capa de bacterias asentadas sobre la superficie de la lengua es una de las causas principales del mal aliento.
Una buena higiene de la lengua no solo evita que las bacterias se propaguen a los dientes, sino que también ayudamos de manera efectiva a la prevención del mal aliento.


6.) Aspirina y dolor de muelas

Existe la creencia de que en caso de dolor de muelas, se debe poner una aspirina sobre la muela y dejar que se disuelva en ese lugar para aliviar el dolor.
Los analgésicos pueden ayudar en los dolores de muelas, pero sólo si se ingieren.
La idea de colocar una aspirina sobre un diente o muela no es para nada buena, ya que la aspirina es ácida y dejar que se disuelva en la dentadura puede provocar un daño en el esmalte de los dientes o incluso, una llaga en la encía.


7.) Enjuagar la boca después de comer

Si no tenemos el cepillo de dientes a mano una muy buena idea es, inmediatamente después que comemos algo, hacer un enjuague bucal con agua ya que en gran medida ayudará a eliminar bacterias o partículas de comida que puedan quedar atrapadas entre los dientes o en las encías después de cada comida.
Este simple paso puede ayudar a que en un futuro tengamos menos caries e incluso menos manchas en los dientes.


8.) Cambiar cepillo de dientes cada 3 meses

¿Cuándo ha sido la última vez que cambió su cepillo de dientes? Si han pasado más de tres meses no lo piense más y consiga de inmediato un nuevo cepillo.
Los estudios han demostrado que después de tres meses los cepillos de dientes son menos eficaces para remover la placa y otros residuos de los dientes, debido a que las cerdas se han desgastado.
Además, con el tiempo los mangos y las cerdas de los cepillos pueden convertirse en el hogar de miles de microbios y bacterias, que pueden derivar en una infección bucal.
Por tanto, evite la transferencia de más bacterias a su boca y hágase de un cepillo de dientes nuevo, pasados los tres meses de uso.


9.) No ir sólo al dentista en caso de urgencia

Es bastante común en mucha gente, el hecho de que si no hay aparentemente ninguna dificultad no es necesaria una visita al odontólogo.
Como todos los problemas de salud (y la boca no es la excepción) siempre es mejor detectar un inconveniente en etapas tempranas. Recuerde que cuando una muela duele, es porque la caries ya ha llegado al nervio, o sea, estamos hablando de una etapa muy avanzada.
Además, una buena limpieza en forma regular de sarro y placa nunca están de más y redundarán en una menor cantidad de caries y mejor aliento.
Las medidas preventivas son siempre más baratas y menos dolorosas. Lo ideal sería visitar a su dentista cada seis meses.