Una cura para el dolor crónico

Un estudio confirma mediante imágenes cerebrales que el dolor crónico es un tipo de conducta aprendida, y que esta puede ser “desaprendida”.


dolor crónico

Para dicha investigación, el profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Hiroshima, Atsuo Yoshino, y un grupo de colegas examinaron a través de FMRI (resonancia magnética) el cerebro de 29 pacientes con dolor crónico y 30 personas sanas, sin dolores.

El FMRI muestra qué partes del cerebro están intrínsecamente conectadas entre sí, al demostrar una actividad simultánea correlacionada entre múltiples regiones cerebrales. Las regiones cerebrales que están conectadas generalmente se "disparan" al mismo tiempo y "descansan" al mismo tiempo, ya que una de las regiones cerebrales presumiblemente estimula a la otra a través de conexiones sinápticas. Por lo tanto, se dice que las regiones separadas del cerebro que exhiben actividad correlacionada pertenecen a la misma “Red de Conectividad Intrínseca” (RCI).

El estudio dejó ver que, a diferencia de los individuos sanos, el grupo con dolor crónico reveló una conectividad anormalmente alta en una RCI, más concretamente en la “Red de Atención Dorsal” (donde se origina la atención focal dirigida), incluyendo estructuras como la corteza orbitofronal y el lóbulo parietal inferior. Este hallazgo llevó a los autores a sugerir que los cerebros de personas con dolor crónico podrían reconectarse ellos mismos cuando el individuo enfoca repetidamente la atención en el dolor y/o la anticipación del dolor. Esta conectividad podría desempeñar un papel clave en la continuación del mismo después que el daño físico (que ocasionó el dolor) se haya curado.


El neurologo Waschulewski-Floruss de la Universidad Eberhard-Karls en Alemania ya había descubierto que el "aprendizaje" del dolor crónico surge en el cerebro a través de un proceso de condicionamiento clásico.


Dolor crónico y condicionamiento clásico

En sus experimentos originales sobre condicionamiento clásico en perros, Pavlov notó que los animales salivaban naturalmente cuando veían comida. La comida, en el ejemplo de Pavlov era un Estímulo no Condicionado y la salivación una Respuesta no Condicionada al ver la comida. Después de que Pavlov emparejara repetidamente el sonido de una campana con la presentación de alimentos, la campana, incluso en ausencia de alimentos, se convirtió en un Estímulo Condicionado que producía salivación. La salivación producida por una campana, no por los alimentos, se denomina Respuesta Condicionada.


Este tipo de aprendizaje en perros se asocia con la formación de nuevas conexiones neuronales, donde las entradas sensoriales del sistema acústico del perro desarrollaron nuevas conexiones (o reforzaron las conexiones existentes) que habilitaban al sistema acústico a estimular la salivación.

En el dolor crónico el condicionamiento clásico ocurre de la siguiente manera: La lesión física original es un Estímulo Incondicionado, el dolor original de la lesión es la Respuesta no Condicionada, el Estímulo Condicionado es el memoria de los eventos (contexto) que rodean la lesión o las preocupaciones obsesivas sobre el dolor. Mientras que la Respuesta Condicionada es la experiencia del dolor en presencia del Estímulo Condicionado (memoria de la lesión y/o preocupaciones obsesivas sobre la lesión).


Después de que el dolor ha sido "aprendido" de esta manera, se crea un círculo vicioso en el cual el estrés asociado con la ansiedad empeora el dolor al alterar la forma en que los neurotransmisores (norepinefrina y serotonina) deberían reducir el dolor. Cuando el dolor empeora, la ansiedad aumenta, lo que aumenta el dolor... y así sucesivamente.


Pero el trabajo de Pavlov proporciona una pista sobre cómo los pacientes pueden "desaprender" dicha respuesta al dolor y escapar de este círculo vicioso: Después de entrenar a sus perros para que salivaran cuando escucharon una campana, Pavlov tocó la campana muchas veces en ausencia de comida, por lo que eventualmente, los perros ya no salivaron cuando escucharon la campana. Tal "desaprendizaje" se llama Extinción.

Si fuera posible evitar que los pacientes con dolor crónico se concentren en su dolor y recuerdos de la lesión que originalmente lo causó, la combinación de estos pensamientos y recuerdos con la experiencia del dolor terminaría, y la respuesta aprendida (dolor) podría disminuir hasta la extinción (como con la saliva condicionada en los perros de Pavlov).

Para lograr la extinción de la respuesta del dolor aprendido, Yoshino administró 12 semanas de terapia cognitivo conductual (TCC), en la que los pacientes aprendieron a controlar sus pensamientos y reducir su nivel de alerta y ansiedad asociada con el dolor. Este reacondicionamiento, desacopla pensamientos, recuerdos y ansiedades sobre la experiencia del dolor, transformando un círculo vicioso en un círculo virtuoso, donde la ansiedad disminuida conduce a una menor excitación y estrés, lo que a su vez conduce a un menor dolor. En paralelo, las exploraciones con FMRI de pacientes con dolor crónico comenzaron a parecerse mucho más a las de los individuos sanos, lo que indica que la TCC había reconectado los cerebros de los pacientes con dolor.

Yoshino y sus colegas concluyeron a partir de estos resultados que la TCC ayudó a los pacientes con dolor crónico a "desaprender" su dolor, volviendo a reconectar los circuitos cerebrales que se examinaron en el estudio.

Esta investigación ha sido importante principalmente por dos motivos. El primero es que muestra que el dolor persistente en pacientes sanados no estaba "solamente en sus cabezas", sino que se basa en cambios anatómicos dentro de su sistema nervioso.
Segundo, ofrece una solución no farmacéutica para tratar el dolor, esto reduce los efectos secundarios y los posibles errores médicos (a partir de errores de prescripción).


Referencia:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28893330


Cuanto más adulto es el padre más probabilidades de transmitir mutaciones genéticas a sus hijos

Los padres mayores transmiten más mutaciones genéticas a sus hijos que las madres mayores. Dichos hijos tienen más probabilidades de sufrir enfermedades como autismo o esquizofrenia.


mutaciones genéticas


Utilizando análisis de ADN un estudio ha revelado que la edad del hombre influye en la salud de sus espermatozoides, además, factores como el tabaquismo pueden agravar la situación. 

Si bien se sabe desde hace mucho tiempo que la edad de la mujer puede afectar la salud de su descendencia, solo recientemente hemos comenzado a comprender cómo la edad del padre puede tener efectos similares. Ahora se sabe que los padres mayores transmiten más mutaciones genéticas a sus hijos que las madres mayores. Estos hijos tienen más probabilidades de padecer algunos tipos de enfermedades, sobre todo neurológicas.


La esperanza es que potencialmente podamos detectar personas y decir “'su esperma es realmente viejo” e identificar los riesgos para la descendencia, dice Tim Jenkins en la Universidad de Utah, uno de los autores del estudio.


La creciente evidencia sugiere que los papás mayores podrían transmitir riesgos para la salud a través de alteraciones epigenéticas en el ADN de sus espermatozoides. Estas alteraciones modifican la forma en que actúan los genes. Además, factores del estilo de vida como la dieta y el tabaquismo son conocidos por producir cambios epigenéticos que pueden afectar a la próxima generación.

El envejecimiento también es un factor. Jenkins y sus colegas han estudiado el esperma de 350 hombres, buscando estos cambios genéticos. Hasta ahora, el equipo ha encontrado cambios en 147 puntos en el genoma que parecen estar relacionados con la edad del hombre.

Usando esta información, el equipo ha creado una “calculadora” que evalúa el estado del ADN del esperma de un hombre en estos 147 puntos. Dicho análisis puede predecir la edad de un hombre con aproximadamente un 95% de precisión e identificar si su esperma ha envejecido prematuramente.


Jenkins y sus colegas han descubierto que los fumadores tienen el esperma mucho más deteriorado. “Para un hombre de 40 años que fuma, nuestra calculadora generalmente da que tiene 44 o más años”.


"El énfasis en fumar siempre ha estado del lado de la madre", dice Jenkins. "Pero cada vez es más evidente que las exposiciones en hombres pueden alterar la salud del hijo". No se trata solo de cómo nadan los espermatozoides o qué aspecto tienen, existen cambios a nivel molecular que pueden afectar a la descendencia.

Debido a que los espermatozoides se producen a lo largo de la vida del hombre, existe la posibilidad de que aquellos individuos con esperma deteriorado puedan revertir parte del daño. Por ejemplo, si un hombre de 30 años tiene una calidad de esperma de uno de 40, habría que ver que factores están generando esto. Si se pudieran cambiar dichos factores, sería posible mejorar la calidad del esperma y aminorar el riesgo.


Referencia:
http://www.dailymail.co.uk/health/article-4993996/Sperm-age-calculator-shows-man-conceive.html


Lo que debes saber acerca de una conmoción cerebral

Son numerosas las veces que sentimos hablar de una "conmoción cerebral", por ejemplo, en el deporte. Sin embargo, mucha gente tiene una idea errónea sobre este tipo de lesión.


conmoción cerebral


Una conmoción cerebral es una lesión cerebral traumática, en la mayoría de los casos leve, aunque requiere de una atención significativa. Podrían pasar días o semanas antes de que aparezcan signos, así que, ante cualquier golpe en la cabeza, se debe controlar como se siente usted o la persona que sufrió la lesión, en un espacio de tiempo prudencial.

Aunque las conmociones cerebrales son una lesión relativamente común, todavía existen conceptos erróneos sobre la ocurrencia, el diagnóstico y su tratamiento. Veamos algunas precisiones para comprender mejor estos puntos.


1.) ¿Se debe experimenta pérdida de conciencia en una conmoción cerebral?

La pérdida de conciencia no es el único indicador de conmoción cerebral. De hecho, una pérdida de conciencia solo ocurre en una minoría de casos. Algunas décadas atrás, la pérdida de conciencia era uno de los principales signos utilizados para su identificación. Sin embargo, ahora sabemos que hay una variedad de otros síntomas además de perder la conciencia que son indicadores importantes. Dolor de cabeza, fatiga, náuseas, sensibilidad a la luz o al ruido, problemas de equilibrio, mareos y zumbidos en los oídos son síntomas físicos comunes que pueden ocurrir sin pérdida de conciencia y pueden indicar la posibilidad de una conmoción cerebral.


2.) ¿Las conmociones cerebrales son el resultado de un golpe directo en la cabeza?

No necesariamente debe haber un impacto directo en la cabeza para sufrir una conmoción cerebral. Esta también puede ser causada por la fuerza transmitida a la cabeza por un golpe en otra parte del cuerpo. Por ejemplo, un golpe en el cuello, tórax u otra región cerca de la cabeza pueden causar un efecto latigazo en el cerebro que bien podría provocar una conmoción cerebral. Cualquier movimiento repentino que haga que el cerebro rebote dentro del cráneo puede dañar las células cerebrales y causar un traumatismo craneoencefálico.


3.) ¿Todas las conmociones cerebrales se detectan con una tomografía o una resonancia magnética?

Muchas conmociones cerebrales no pueden diagnosticarse con una tomografía computarizada o una prueba de resonancia magnética. La tomografía convencional y las imágenes por resonancia magnética casi siempre aparecen normales después de las conmociones cerebrales, incluso después de repetidas conmociones cerebrales. En los casos en que se sospecha de una lesión más grave en el cerebro, se puede usar una tomografía computarizada para identificar coágulos intercraneales que requieran neurocirugía, pero la frecuencia de esto es muy baja (menos del 1 % de los casos). Para los pacientes que han pasado un examen neurológico normal y que no muestran síntomas posteriores a la conmoción cerebral, excepto el leve dolor de cabeza, es razonable renunciar a la tomografía. Es probable que el médico comience por realizar un examen neurológico para evaluar la visión, la audición, los reflejos, la memoria, la concentración, el equilibrio y la coordinación, y partirá desde allí.


4.) ¿Se debe despertar cada 20 minutos a alguien que haya sufrido una conmoción cerebral?

Por el contrario, el descanso es muy importante para el proceso de curación y recuperación del cerebro. Durante al menos las primeras 12 horas, alguien debe despertar a la persona cada 2 o 3 horas para hacerle una simple pregunta y buscar cualquier cambio en su apariencia o comportamiento. Una vez que un médico haya analizado al paciente en esta etapa de evaluación inicial, solo se necesita verificarlo periódicamente. Dormir lo suficiente es uno de los aspectos más importantes del tratamiento después de una conmoción cerebral.


5.) ¿Se deben evitar todos los medicamentos después de una conmoción cerebral?

Algunas personas temen que ciertos medicamentos empeoren o enmascaren los síntomas de la conmoción cerebral, pero los medicamentos de venta libre, como el paracetamol (Tylenol), se pueden usar con seguridad para tratar el dolor. No se debe usar aspirina, ibuprofeno, naproxeno y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Siempre es conveniente hablar con un médico antes de tomar medicamentos, especialmente cuando no esté seguro de qué debe tomar para la condición y síntomas. La medicación prescrita por un médico puede incluso ser necesaria para ayudar a la recuperación del cerebro.


6.) ¿La lesión cerebral solo ocurre en el momento del impacto?

Una conmoción cerebral implica procesos microscópicos a nivel del cerebro, los cambios químicos pueden ocurrir durante días, semanas o incluso meses después del impacto. En las lesiones cerebrales traumáticas moderadas y graves, los síntomas pueden desencadenarse desequilibrios en la producción de hormonas necesarias para que el cerebro funcione normalmente. Después de una conmoción cerebral, el cerebro también es más susceptible a las lesiones, por lo que es fundamental prevenir cualquier segunda conmoción cerebral u otros impactos en el cerebro durante el proceso de curación. En los días o semanas posteriores a una conmoción cerebral, algunas personas pueden desarrollar un síndrome de contusión posterior; Los síntomas incluyen dolor de cabeza, fatiga, deterioro cognitivo, depresión, irritabilidad, mareos, problemas de equilibrio y apatía. Esta es la razón por la cual es crítico buscar un tratamiento adecuado desde el principio y monitorear los cambios en los síntomas.


7.) Conmoción cerebral en niños
  
En el caso de los niños, los síntomas pueden ser más duraderos y severos que en un adulto. El cerebro joven es más susceptible a la conmoción cerebral que el cerebro de una persona mayor y puede requerir más tiempo para recuperarse. Los niños especialmente pueden no mostrar síntomas de conmoción cerebral hasta meses o incluso años después del trauma inicial. Esto hace que sea especialmente importante monitorear a las personas jóvenes con lesiones en la cabeza durante un largo período de tiempo.

Las lesiones cerebrales en la infancia pueden causar cambios sutiles que pueden no ser detectados por las pruebas neuropsicológicas, exámenes físicos o incluso una exploración del cerebro. Además, las conmociones cerebrales son acumulativas, es decir, cada golpe hace que el cerebro sea más vulnerable al próximo. Esto quiere decir que varias lesiones menores pueden crear un punto de inflexión desde el cual el cerebro luche por recuperarse completamente.

Otro punto importante ante una conmoción cerebral en un niño, es que debe descansar física y mentalmente, evitar el exceso de estimulación sensorial (luces brillantes, ruido fuerte, etc.), y evitar pantallas visualmente estimulantes, como los videojuegos, el uso de la computadora, teléfonos, etc. De lo contrario, esto podría causar más inflamación. En muchos casos, los niños con conmociones cerebrales que no siguieron las recomendaciones de descanso estándar tardaron el doble de tiempo en mejorar.


¿Por qué la obesidad eleva el riesgo de padecer cáncer?

Hace unos días, un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos determinó que hasta el 40% de todos los tipos de cáncer están vinculados a la obesidad. ¿Por qué el hecho de estar gordo eleva la posibilidad de padecer esta enfermedad?

obesidad

Hace ya tiempo que se sabe que algunos tipos específicos de cáncer están relacionados con la obesidad, estos son: tumor cerebral, mieloma múltiple, tumor de esófago y cánceres de tiroides, mama, vesícula, estómago, hígado, páncreas, riñón, ovarios, útero y colorrectal.


Muchos de éstos, incluyendo el de páncreas, pecho, colorrectal, hígado y ovario, están entre los tipos más mortales de cánceres.


El cáncer es una enfermedad compleja, con factores genéticos, ambientales, clínicos y de estilo de vida, todos los cuales contribuyen a la iniciación tumoral y a la progresión maligna. El tabaco y la excesiva exposición al sol son dos de los factores de estilo de vida más ampliamente estudiados que aumentan mucho y directamente el riesgo de cáncer. Pero el impacto carcinógeno de la obesidad es casi tan profundo y se está volviendo cada vez más prevalente, ya que las tasas de obesidad en muchas partes del mundo están comenzando a eclipsar las tasas de tabaquismo.


Consecuencias de la obesidad que promueven la tumorogénesis

El tejido adiposo de una persona obesa presenta cambios importantes en la producción de hormonas, adipocinas y citoquinas, así como una alteración de la infiltración inmune. Aunque numerosos tipos de células inmunes están presentes en los depósitos de grasa, los macrófagos son especialmente comunes y sus propiedades son alteradas por la obesidad. Los macrófagos del tejido adiposo, en depósitos de grasa sanos, se inclinan hacia el fenotipo antiinflamatorio M2, pero durante la obesidad, los macrófagos pro-inflamatorios M1 se vuelven más abundantes. Este proceso favorece la proliferación y supervivencia de células cancerosas.

El tejido adiposo pro-inflamatorio produce citoquinas promotoras de tumores, así como quimioquinas (también conocidas como citocinas quimiotácticas). Los altos niveles de estas citoquinas en sangre se encuentran típicamente en personas obesas. 
Además, el tejido adiposo sufre cambios en el metabolismo lipídico, lo que a su vez favorece la acumulación de lípidos.


Cáncer y resistencia a la insulina

La obesidad se asocia con el síndrome metabólico, que incluye la resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión arterial y aterosclerosis. La resistencia a la insulina es una condición fisiológica definida por células que son resistentes a la acción de la insulina, incluso si esta se encuentra dentro de una concentración normal. Estas células complican la correcta absorción y metabolismo de la glucosa, dando lugar a la hiperglucemia, lo que expone a otras células, incluidas las células malignas, a concentraciones de glucosa superiores a lo normal.
La obesidad desencadena resistencia a la insulina por diversos mecanismos, pero actúa principalmente a través de ácidos grasos no esterificados elevados, también llamados ácidos grasos libres, que surgen de los adipocitos.

Dos importantes efectos promotores de tumores se derivan de la resistencia a la insulina inducida por obesidad: la hiperinsulinemia y la hiperglucemia. Las altas concentraciones de insulina, glucosa y ácidos grasos son fuertes promotores de supervivencia, crecimiento y proliferación celular y ejercen efectos similares en progenitores tumorales. Las altas concentraciones de glucosa favorecen el metabolismo de las células cancerosas glicolíticas, caracterizadas por un alto consumo de glucosa.

La hiperglucemia también aumenta la supervivencia de las células cancerosas bajo condiciones hipóxicas (muy poco oxígeno) y mejora adicionalmente la expresión de las enzimas glicolíticas. La hiperinsulinemia ejerce efectos adicionales promotores de tumores debido a las derivaciones estimuladoras de la insulina hacia dichas células tumorales.


Cáncer y microflora

El consumo de alimentos con alto contenido de grasa y bajo contenido de fibra puede provocar cambios en la microflora que habita el tracto digestivo humano, lo que conduce a la disminución de la diversidad microbiótica. Tal alteración está relacionada con una serie de enfermedades, incluyendo el cáncer.
Durante la obesidad, la composición de la microbiota intestinal y las propiedades del epitelio intestinal se alteran, lo que resulta en una disminución de su función. La obesidad también puede causar sobre-representación de especies bacterianas que producen metabolitos pro-carcinógenos. La alteración de la flora intestinal también altera la barrera epitelial intestinal, haciéndola más permeable a los microbios que traspasan la mucosa y activan las células inmunitarias, así como llegar al hígado a través de la circulación, todo lo cual aumenta la inflamación sistémica y contribuye a la producción de citocinas pro-inflamatorias. El uso descontrolado de antibióticos también puede conducir a la alteración de la microbiota y a la obesidad.
El aumento de la permeabilidad intestinal mostró ser un contribuyente principal a la tumorigénesis colorrectal, y también puede afectar el hígado y el páncreas.


Conclusión

La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar tumores a través de una variedad de alteraciones fisiopatológicas incluyendo inflamación sistémica, desregulación de las adipocinas, resistencia a la insulina con hiperinsulinemia e hiperglucemia, alteración de la flora intestinal y alteraciones del sistema inmunológico.
La clave para abordar esto es comprender los mecanismos subyacentes al aumento del riesgo. Los esfuerzos deben estar dirigidos al desarrollo de la prevención temprana para los individuos que están en mayor peligro de desarrollar neoplasia maligna promovida por la obesidad.


Referencia:
https://www.cdc.gov/vitalsigns/obesity-cancer/index.html


El mito de que los trastornos mentales son causados por desequilibrios químicos en el cerebro

desequilibrio químico cerebro

-Doctor, tengo un desequilibrio químico en el cerebro.
-Muéstrame tus exámenes de laboratorio donde dice eso.
-No, no tengo ningún examen.

Este diálogo lo cuenta el psiquiatra Ron Leifer en uno de sus artículos para evidenciar cuanta de la gente que acude a él, llega diciendo que tiene un desequilibrio químico en el cerebro. "No creo haber oído nunca a un psiquiatra conocedor y bien entrenado hacer una afirmación tan absurda. En realidad, la noción de desequilibrio químico siempre fue una especie de leyenda urbana, nunca una teoría seriamente propuesta por psiquiatras bien informados”.

Lo cierto es que la teoría del desequilibrio químico se perpetuó ampliamente después de la introducción en el mercado del primer antidepresivo ISRS, el Prozac, en 1988. La sigla ISRS quiere decir inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina.


¿Cuál es el origen de la idea de que los trastornos mentales son causados ​​por desequilibrios químicos en el cerebro?

Los psiquiatras en los años 60 y 70 tendían a ser escépticos de las teorías biológicas del trastorno mental. Muchos psiquiatras de esa época fueron entrenados en el apogeo del psicoanálisis freudiano y pensaron que las teorías bioquímicas de la enfermedad psiquiátrica eran, en el mejor de los casos, explicaciones demasiado simplistas y reduccionistas de fenómenos psicológicos mucho más complejos. No fue hasta finales de los años 80, después de la liberación del antidepresivo Prozac, que la idea del desequilibrio químico golpeó como teoría psiquiátrica. Como el psiquiatra Peter Breggin señala en su libro Toxic Psychiatry, la compañía farmacéutica "Eli Lilly" avanzó en la teoría del desequilibrio químico como un esquema de comercialización para vender su nuevo medicamento Prozac. Por supuesto, no había evidencia demostrable de que los pacientes deprimidos tuvieran algún desequilibrio de este tipo, pero Lilly se aferró a ella. En poco tiempo, los psiquiatras y los pacientes psiquiátricos se identificaron con la idea de que los trastornos mentales eran causados ​​por desequilibrios químicos en el cerebro.


¿Por qué esta teoría permanece a pesar de que es falsa?

La idea de un desequilibrio químico es una forma simple y sucinta por la cual algunos profesionales de la salud mental comunican a pacientes y familias que las condiciones psiquiátricas son "reales". El desequilibrio químico proporciona una explicación aparentemente "científica" a problemas humanos que históricamente la propia investigación científica ha evitado. Hasta el día de hoy, no existe una sola prueba biológica para cualquier trastorno mental, a pesar de las creencias en el sentido contrario. Afirmar que un paciente tiene un desequilibrio químico es una forma de validar y confirmar la experiencia de la persona que sufre.

Sin embargo, la teoría del desequilibrio químico ofrece otra cosa, y esa es la oportunidad para el paciente psiquiátrico de limitar la responsabilidad de su condición. Durante mucho tiempo se ha observado, especialmente por los psicoanalistas, que muchos de los problemas etiquetados como síntomas psiquiátricos son intentos por parte de la persona, consciente o inconscientemente, de evadir la responsabilidad de su conducta. El paciente deprimido se retira y se quita de su ambiente estresante. El paciente disociativo cambia cuando es más conveniente. El paciente psicótico crea su realidad cuando ya no puede manejar sus asuntos. No es ningún secreto que los seres humanos tienen una relación amor-odio con responsabilidad. Les encanta la libertad que la responsabilidad les da, pero le temen a la idea de ser responsables de todo lo que hacen.

Además de estos factores, la teoría del desequilibrio químico se perpetúa por los psiquiatras interesados en el reposicionamiento de la psiquiatría como una rama de la ciencia médica. Durante muchos años, la psiquiatría fue vista como un "hijastro" de la medicina. Los psiquiatras no eran "verdaderos doctores", y ofrecían poco más a sus pacientes que su amparo. La teoría del desequilibrio químico proporcionó a la psiquiatría una forma de salir de su posición subordinada y convertirse en una corriente principal de la medicina. Esto, unido a los muy poderosos intereses financieros de las compañías farmacéuticas, ha contribuido a la extendida pero mítica creencia de que los desequilibrios químicos son los causantes de los trastornos mentales.


Referencia:

Breggin, (1991). Toxic psychiatry: Why therapy, empathy, and love must replace the drugs, electroshock, and biochemical theories of the new psychiatry.